La calidad y cantidad de rendimiento en el cultivo de papa dependen de manera directa del manejo del riego. El alto contenido de agua del tubérculo y un desarrollo radicular superficial de la planta, son dos aspectos claves que transforman al cultivo en una especie muy sensible al déficit como al exceso de agua durante su desarrollo.
Es muy frecuente observar que la estrategia de riego se basa en incrementar las láminas y las frecuencias de riego para evitar el estrés hídrico. Si estos incrementos no están relacionados a la demanda hídrica del cultivo, la etapa de desarrollo de la planta y capacidad de almacenamiento de agua del suelo, el riego se transforma en el enemigo directo para el productor papero. Regar mucho o poco, tarde o temprano, no solo afecta al rinde y la calidad, también se asocia de manera directa a reducir eficiencias e incrementar costos de agroinsumos y facturas de electricidad, es decir una estrategia no sustentable ni sostenible.
Transformar al riego en un aliado con tecnología de datos
La toma de decisión de cuánto y cuándo regar en función de datos obtenidos de manera específica para el lote en producción y actualizada en tiempo real, son el aliado perfecto para lograr buenos resultados productivos, económicos y ambientales.
Actualmente, de manera rápida, y segura, los sistemas de gestión que combinan un gran volumen de datos provenientes de imágenes satelitales y de datos agrometeorológicos actualizados en tiempo real, permiten el cálculo de demanda hídrica del cultivo (necesidad de agua) ajustados a la variedad, etapa de desarrollo y tipo de manejo de un lote de papa específico.
Por otro lado, a través del dato de textura del suelo (porcentaje de arena, limo y arcilla) se calcula cuánta agua es capaz de retener ese suelo y determinado el umbral de agua útil por encima del cual se debe mantener la humedad del suelo, se cuentan con todos los datos para una correcta definición de la lámina y frecuencia de riego definida para un sitio específico.
Estos datos integrados en un balance hídrico, permiten definir de manera precisa y ajustada al lote, cuánto y cuándo regar. En la siguiente figura, se observa un balance hídrico, para un lote de papa ubicado al sur de la provincia Buenos Aires, Argentina. En él, se indica el agua útil disponible para el cultivo (de acuerdo a datos de textura y humedad gravimétrica inicial); el umbral definido según la estrategia de manejo del riego para ese lote (en este caso y en el cultivo de papa en general, se trabaja con una estrategia de entre el 65% al 70% de agua útil disponible), los datos de riegos y las precipitaciones ocurridas, y finalmente la evolución del coeficiente de cultivo (Kc) para ese lote, Kc determinado por el índice de NDVI, que permite el cálculo de la demanda hídrica ajustada específicamente para el lote y cultivo determinado. Podemos concluir con este balance, que el seguimiento y monitoreo en tiempo real permitió ajustar los riegos en función de la demanda del cultivo de papa presente para ese lote. Se observa que los riegos se realizaron en cantidad y momento para mantener el agua disponible por encima del umbral y cubriendo las demandas del cultivo. Al final del ciclo, cuando los valores de Kc comenzaron a caer, no se realizaron más riegos acompañando el proceso de entrega del cultivo.
A modo de resumen, en la figura 2, se observa el ajuste que hubo entre la oferta y la demanda de agua acumulada en todo el ciclo para el caso en estudio.
Contar con una herramienta de gestión y monitoreo del agua para el cultivo, en donde la toma de decisión de cuánto y cuándo regar se realice en función de datos específicos para cada lote y cultivo permite ajustar las estrategias y manejo del riego de manera precisa y eficiente, convirtiendo al riego en un aliado estratégico para lograr los resultados deseados de manera sostenible.
