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[Informe] Manejo del riego en Arándanos: Aspectos fisiológicos de importancia a considerar

Escrito por: Sebastián Ochoa

Las características propias del cultivo y las condiciones del suelo y/o sustrato en el que se desarrollan las plantas determinan la estrategia de riego a realizar para alcanzar altos rendimientos y una calidad de exportación.  En este artículo conocerás cómo inciden ciertos aspectos fisiológicos en el manejo del riego en arándanos.

En el siguiente artículo encontrarás:

  • Características del cultivo que inciden en la estrategia de riego seleccionada.
  • Períodos críticos en donde el agua no puede faltar.
  • Calidad del agua de riego y su impacto.
  • La importancia de un suelo bien aireado y las consecuencias de un sobre-riego.
  • Características del suelo/sustrato.
  • Mejora y mantenimiento de la estructura del suelo.
  • Recomendaciones de manejo del autor.

Sistema Radicular: Características

El sistema radicular de la planta de arándano se caracteriza por ser superficial, fibroso y de poca extensión. La raíz se encuentra desprovista de pelos radicales, de modo que son las raíces jóvenes las que efectúan principalmente la labor de absorción. Éstas, son muy finas (diámetro de hasta 75 micrones) y bajo condiciones naturales, sus células se encuentran invadidas por hongos micorríticosI, con los cuales esta especie está comúnmente asociada a través de procesos simbióticos. 

Sistema radicular de la planta de arándano.

Imagen n° 1: Sistema radicular de la planta de arándano.

La tasa de crecimiento de las raíces de arándano (y de las especies frutales en general) está fuertemente influenciada por la temperatura del suelo.
En el caso del arándano en particular, las raíces se activan con temperaturas sobre los 7 °C, aumentando su tasa de crecimiento hasta los 15 °C donde se hace decreciente hasta llegar a los 20 °C donde se mantiene a tasas bajas:

Esquema de crecimiento radicular en zonas mediterráneas.

Figura n° 2: Esquema de crecimiento radicular en zonas mediterráneas.

Esquema de crecimiento radicular en zonas ecuatoriales.

Figura n° 3: Esquema de crecimiento radicular en zonas ecuatoriales.

El riego: Períodos críticos en donde el agua no puede faltar

Estudios han definido varios períodos en que el agua es especialmente crítica para las plantas de arándano. Estos corresponden a las dos semanas posteriores a la caída de los pétalos y las dos a tres semanas posteriores a esta.

También cabe señalar que durante la cuaja y el crecimiento de las bayas, se produce una gran demanda de agua, un estrés hídrico durante el crecimiento de la fruta origina bayas pequeñas. 

La mayoría de las raíces del arándano que absorben los nutrientes y el agua, están en los primeros 40 cm de profundidad del suelo y dentro del perímetro del arbusto. Una uniforme y adecuada fuente de humedad es esencial para el adecuado crecimiento y rendimiento del arbusto. Como guía, se debe asumir que la cosecha requiere 25 a 40 milímetros de agua por semana. Si el agua no está disponible en forma natural del suelo o de las precipitaciones, el riego es necesario. 

Calidad de agua de riego: un factor clave

El cultivo de arándano no tolera bien la salinidad y el exceso de algunos iones específicos. Es clave conocer la calidad del agua de riego empleada para reducir el impacto negativo que ésta pueda tener sobre las características del suelo y las posibilidades de desarrollo y crecimiento de las plantas (Tabla n°4). Es la conductividad eléctrica (CE) un indicador rápido y sencillo para conocer la salinidad general del agua que se está utilizando. Un valor elevado de CE induce, a una serie de efectos indirectos de los cuales los más importantes son:

  • La disminución de absorción de agua por las raíces debida al aumento de la presión osmótica en la solución del suelo.
  • El posible deterioro de las características físico-químicas de los suelos como consecuencia de una absorción excesiva del ión sodio en el complejo coloidal y/o una acumulación de sales solubles en el perfil del suelo.
  • La toxicidad específica para las plantas de algunos constituyentes tales como cloruros, sodio y boro.
Composición de los suelos

Tabla n°4: Límites superiores de la calidad del agua que sugieren una acción correctiva o la prohibición de la producción de arándanos

La importancia de un suelo bien aireado

Es relevante considerar que las raíces respiran y en una tasa 7 veces mayor en relación a la parte aérea cuando hace fotorespiración. Lo anterior es tremendamente importante para un frutal como el arándano, el cual no tolera prolongados períodos de anoxia y al ser una especie calcífuga, se ve muy afectada por la formación de bicarbonato (HCO3-).

Bajo condiciones de inundación se reduce el intercambio de gas entre el suelo y el aire. El contenido de oxígeno, normalmente está presente en un nivel de alrededor de un 20% en un suelo o sustrato bien aireado, el cual se ve reducido y rápidamente consumido por los microorganismos. Los metabolitos microbianos se acumulan y transforman en tóxicos, tal como se comportan los productos de metabolismo anaeróbico en las raíces.  Esto incluye alcohol, metano, compuestos metílicos y aldehídos.


Algunos nutrientes del suelo se reducen y vuelven tóxicos y, por filtración y desnitrificación, se ve reducido el nitrógeno del suelo. A causa de la muerte y pobre funcionamiento de algunas raíces, los estomas se cierran, se reduce la fotosíntesis, y los nutrientes no son absorbidos debido a la disminuida permeabilidad de las raíces, luego se produce un desbalance hormonal en las plantas, al igual que epinastia de las hojas (curvatura hacia abajo), clorosis y abscisión.

Efecto en el drenaje de maceta v/s bolsa

Figura n°5: Efecto en el drenaje de maceta v/s bolsa

El sobre-riego impide que se oxigenen los poros en el suelo, produciéndose acumulación de CO2, que junto con el agua generan bicarbonato. El aumento de la concentración de bicarbonato produce un incremento del pH en la rizósfera, interfiriendo en la absorción de hierro por parte de la planta junto con otros micronutrientes. La importancia del suministro y absorción del hierro en suelos con pH elevado mediante bicarbonato ha sido ampliamente estudiada.

 Los resultados concluyen que la cantidad total de hierro presente en hojas cloróticas y no cloróticas puede ser el mismo, el problema se centra en el rol del bicarbonato en la distribución y utilización del hierro por parte de la planta, y no necesariamente en su absorción total. Lo anteriormente descripto muestra la importancia del sustrato seleccionado y el drenaje en cultivos de arándanos en maceta, y la programación de los riegos (frecuencias y tiempos de riego) en cultivo sobre suelo.

El suelo/Sustrato: Consideraciones para un adecuado funcionamiento del sistema radicular y riego en el arándano

Según la literatura, esta especie crece mejor en suelos ácidos, de pH 4.5 a 5.2, arenosos, turbo arenosos, no muy profundos y de baja fertilidad. En climas fríos y húmedos, la profundidad del suelo puede ser menor, en cambio, en climas calurosos o secos las plantas pueden morir si los suelos son muy delgados. 

En la práctica debemos considerar que esta especie es acidófila, por lo que si bien tolera suelos con pH ácidos por su origen natural, la disponibilidad de nutrientes no es la adecuada en estos niveles. Además de que en suelos con altas saturaciones de aluminio y alta disponibilidad de manganeso el mantener el pH en esos niveles, produce toxicidad en las plantas. El pH ideal para mantener la mayor disponibilidad de los nutrientes, es 6.0-6.5. Encalado en suelos ácidos, y acidificación en suelos neutros y/ó con pH básico.

En suelos calizos se puede producir arándanos siempre y cuando el porcentaje de caliza activa sea menor al 3% (especie calcífuga).

A pesar que en general los arándanos requieren suelos húmedos y con alguna humedad superficial durante los meses de verano, deben tener un buen drenaje durante el período de crecimiento, libres de excesos de humedad bajo los 40 cm de profundidad. En suelos con agua superficial, se recomienda hacer drenes para eliminar rápidamente el exceso de agua. 

Un buen drenaje del suelo es un factor esencial para el desarrollo de la plantación. Después de una lluvia fuerte, el nivel de agua debe retroceder por lo menos unos 20 cm en un plazo de 24  horas. El exceso de humedad durante la brotación y el verano reduce la cantidad de oxígeno en el suelo y perjudica notablemente el crecimiento de las raíces, pudiendo llegar a provocar asfixia radicular con muerte de plantas.

Efecto en el drenaje de maceta v/s bolsa

Figura n°6: Efecto en el drenaje de maceta v/s bolsa

La materia orgánica en el suelo ayuda a retener la humedad, reduce la lixiviación de los nutrientes que quedan retenidos por cationes en sitios de intercambio negativos, incrementa la disponibilidad de algunos nutrientes (especialmente hierro) por la acidificación del suelo durante su descomposición. La materia orgánica provee energía a los microorganismos del suelo, las bacterias que digieren las partículas orgánicas producen los complejos de carbohidratos que cementan partículas del suelo formando los agregados. Esto incrementa la porosidad y la soltura del suelo, pasando a ser friable. En suelos algo arenosos, la materia orgánica ayuda en la retención de potasio, calcio, magnesio y mantiene el nitrógeno en forma de amonio, el cual es fácilmente absorbido por la planta. También ayuda a disminuir la toxicidad por aluminio.

Importancia del mantenimiento y mejora de la estructura del suelo 

  • Movimiento del agua en el suelo: humedad homogénea y adecuado movimiento del agua en el perfil del suelo.  Recordar que la planta toma los nutrientes disueltos en el agua del suelo, sin un perfecto flujo de agua en el suelo (por estructura deficiente o por mala gestión del riego), la nutrición nunca puede ser correcta (por muy bueno que sea el programa nutricional).
  • Relación aire/agua: un suelo debe contener la suficiente cantidad de agua disponible para la planta para absorber ésta y los nutrientes disueltos en ella, pero de forma simultánea debe proporcionar la suficiente cantidad de oxígeno (aire) para que la raíz pueda respirar. 

Recomendaciones de manejo

  • Empleo de acolchados (plásticos, orgánicos, enarenados). Propician una mejor temperatura del suelo, evitan la formación de costra superficial y permiten un mejor desarrollo de raíz en superficie. 
  • Incorporación de restos del cultivo anterior al suelo en su preparación, o plantaciones entre cultivos de especies que al incorporarlas fomenten la mejora estructural del suelo (gramíneas forrajeras). 
  • Fomentar todo tipo de estrategias que promuevan el desarrollo radicular, como son el empleo de enraizantes o estimulantes del desarrollo de la raíz, adecuadas estrategias de riego y nutrición, etc. 
  • Aplicación periódicas de ácidos polihidroxicarboxílicos, fúlvicos, húmicos, etc.
  • Aportes de calcio de forma continua, sobre todo, si se manejan suelos o aguas de riego con elevados contenidos en sodio.
  • Adecuado manejo del proceso de fertirriego. Resulta imprescindible definir una adecuada estrategia de control del suministro hídrico y nutricional. 
  • Empleo de activadores de la microfauna o microflora del suelo y otros productos enmendantes, correctores de sales, reguladores de pH, etc.

 

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