La implementación de una estrategia de riego deficitaria controlada en ciruelos se fundamenta no solo en el impacto fisiológico de esta sobre el crecimiento de las plantas y su producción, sino también sobre la disponibilidad hídrica con la que se cuenta dentro del campo para poder regar. Si esta estrategia no se realiza y se lleva adelante en función de un monitoreo ajustado a cada sector, hay grandes posibilidades de que se fracase en los objetivos buscados.
El manejo del riego en la producción de ciruelos es clave, no solo por la escasez hídrica, situación cada vez más crítica en muchas de las áreas productivas, sino también porque se trata de un árbol muy vigoroso, en donde el crecimiento vegetativo puede llegar a competir con el crecimiento del fruto y también generar sombra, dañando la formación de yemas florales para la próxima campaña. Es por esto que es fundamental definir una estrategia de riego que entregue el agua necesaria en el momento adecuado dependiendo de la variedad que se cultive, tempranas o tardías.
Actualmente, una de las estrategias más usadas es la de riego deficitario controlado, que permite un control efectivo del vigor y un ahorro de agua de riego. Para su implementación es necesario conocer: variedad, edad del árbol, evapotranspiración real del ciruelo, estado fenológico y fase de crecimiento del fruto. En variedades tempranas, el riego deficitario controlado consiste en mantener un estado hídrico óptimo cuando el fruto se encuentre en planta y realizar una reducción del riego en postcosecha, considerando un umbral de riego alrededor del 60% para cubrir las necesidades hídricas de este momento. En cuanto a las variedades tardías, en la fase I y III de crecimiento de fruto se requiere mantener umbrales superiores al 80%, mientras que en la fase de endurecimiento de carozo y postcosecha se puede reducir la cantidad de agua aplicada con el riego llegando a cubrir el 20% de la demanda.
Monitoreo del riego deficitario controlado
Existen en la actualidad herramientas de monitoreo remoto que permiten una optimización del manejo de la estrategia de riego seleccionada. Estas herramientas, reúnen y analizan diferentes fuentes de información para una correcta toma de decisión de cuánto y cuándo regar. Información meteorológica, del cultivo y del huerto, tomados a partir de imágenes satelitales y estaciones meteorológicas y procesados por plataformas como la de Kilimo que ajustan a la estrategia local del riego de manera precisa. En la figura 1 se observa una secuencia de imágenes satelitales para un sector de riego de un huerto de ciruelo ubicado en Rancagua, Chile. Estas imágenes son utilizadas para estimar los valores de coeficientes de cultivos (Kc) y así determinar la demanda hídrica específica de cada sector. La figura 2 muestra de manera comparativa los valores de Kc obtenidos a través del monitoreo satelital para dos huertos de ciruelos diferentes a lo largo de un período de tiempo (173 días). Estos valores de Kc son utilizados junto a los valores de evapotranspiración potencial, ETo (valores obtenidos a través de una red de estaciones meteorológicas cercanas al huerto), para el cálculo final y ajustado de la demanda hídrica o evapotranspiración del cultivo (ETc).
A modo de ejemplo, en la figura 3 se observa un balance hídrico, resultado de una estrategia de riego deficitario controlado para un huerto de ciruelo ubicado en Curicó, de variedad tardía, D´Angen y plantas de 23 años de edad. Sobre el balance se observa que, los umbrales de riego comienzan en un 50%, luego pasa a un 60% y finalmente de acuerdo a la estrategia se sube el umbral a un 80% (20% de desecación) para evitar en esta etapa un déficit hídrico.
Sin monitoreo, la estrategia de riego deficitaria controlada…fracasa
Para llevar adelante cualquiera de las estrategias de riego arriba mencionadas es clave el monitoreo constante y ajustado a cada sector, de la demanda hídrica del cultivo o evapotranspiración del cultivo (ETc). Si este monitoreo no se lleva a cabo, se corre el riesgo de caer en períodos de subriegos (déficit hídrico) o de sobreriegos (excesos hídricos), a favor del crecimiento vegetativo vigoroso y en contra del crecimiento del fruto, con un fracaso directo en la estrategia de riego deficitario controlado. La figura 5 grafica la oferta de agua acumulada para dos sectores de riego de dos huertos diferentes para un período de 173 días de monitoreo. Por un lado se cuenta con los mm acumulados tras manejar una estrategia de riego deficitaria controlada, pero sin monitoreo específico de cada sector, es decir con información genérica de valores de Kc y ETo y, de manera comparativa se observa la demanda hídrica acumulada (ETr), resultante del monitoreo satelital y de información meteorológica específica de cada sector. Al analizar la figura se puede concluir que:
- Las demandas reales de cada huerto son diferentes, siendo la demanda hídrica real del huerto ubicado en Rancagua un 11% menor que la demanda hídrica del huerto Curicó. Esto deja en evidencia que es importante ajustar las decisiones de riego de manera local.
- En ambos casos de estudio, la oferta superó la demanda. Para el sector de Rancagua hubo un sobreriego de un 30% y para el huerto de Curicó el sobreriego fue de un 18%. Es decir que en ambos casos hubo una oferta de agua mayor, con el riesgo que esto genera en vigorosidad y mayor uso de agua frente a situaciones de escasez hídrica. Dicho de otra manera, el monitoreo satelital y meteorológico, como lo realiza la plataforma Kilimo, con información precisa y ajustada a cada sector de riego y a cada huerto, permitiría, para estos casos de estudio, un ahorro de agua de entre un 30% y un 18%. Esta tecnología colabora con el seguimiento de la estrategia de riego deficitario controlado, e impacta de manera positiva sobre la disponibilidad de agua para poder regar otros sectores, en la reducción de los costos de riego y en el impacto fisiológico negativo por un exceso hídrico para este tipo de especies.
Bibliografía