El manejo del riego en el cultivo de nogales es clave. Si no se riega correctamente, cualquier acción para mejorar los rendimientos o calibre no tienen sentido. Las claves: medir, controlar y registrar para poder mejorar.
El consumo de frutos secos, y dentro de estos, las nueces, experimentaron un crecimiento sostenido a nivel mundial, fundamentalmente, debido al cambio de hábitos alimentarios en torno a los productos naturales y saludables. Fue tal el crecimiento, que la producción de nogal a nivel mundial se incrementó en un 44% y la exportación de nueces peladas un 85%.
El objetivo primario en producción de nogal, es lograr nueces de alta calidad, con los mayores rendimientos posibles. Son muchos los factores que se deben tener en cuenta para alcanzar estos objetivos, pero en los esquemas actuales de producción la práctica correcta del riego toma una particular relevancia. El manejo del riego en el cultivo de nogales y las decisiones en torno a esta actividad, impactan sobre el objetivo productivo debido a su incidencia en: el crecimiento y desarrollo, homogeneidad del monte frutal, la ocurrencia de añerismo, la eficiencia de la fertilización, incidencia y severidad de enfermedades y sobre la eficiencia del uso del agua, lo que impacta en los costos energéticos e incluso en la superficie a regar.
Las decisiones de riego en la producción de Nogal
El nogal es una especie que presenta una alta demanda hídrica y muestra notables diferencias en desarrollo vegetativo, producción y calidad de la nuez entre los huertos con un abastecimiento hídrico óptimo y aquellos que presentan riego deficitario (Carus, 2010). Si no se riega correctamente, cualquier acción para mejorar los rendimientos o calibre no tienen sentido. Las claves: medir, controlar y registrar para poder mejorar.
Corresponde preguntarse entonces, si en el manejo actual del huerto ¿se está aplicando la lámina adecuada, en el momento oportuno? ¿Se toman las decisiones de riego en función de la demanda hídrica, el estado fenológico y las características edafológicas del huerto, teniendo en cuenta la variedad, edad y el manejo de la plantación? ¿Se establecen los requerimientos hídricos adecuados para cada situación? o por el contrario, ¿la decisión de cuánto y cuándo regar se realiza de manera empírica?
El consumo de agua según la variedad
Uno de los primeros aspectos a considerar desde el punto de vista de los requerimientos hídricos es la variedad. Bajo condiciones normales de manejo, la densidad de plantación de la variedad Serr es algo menor que la de la variedad Chandler, con una diferencia de alrededor de 80 plantas menos por hectárea. Sin embargo, como se observa en la Figura 1, la variedad Serr muestra para las fechas seleccionadas valores de coeficiente de cultivo (Kc) superiores a los de Chandler a lo largo de todo el período, lo que resulta en una demanda hídrica 24% superior de Serr con respecto a Chandler (ETc acumulada promedio Chandler 595 mm vs 736 mm para variedad Serr), para el período comprendido entre el 10/08/2020 al 04/04/2021. Conocer estas diferencias en consumo hídrico permite una adecuada planificación en etapas de proyectos o bien cuando el huerto ya se encuentra en producción.
El impacto del manejo agronómico en el manejo del riego
Por otro lado, el manejo agronómico que se haga de un huerto modifica el consumo hídrico aún si se trata de una misma variedad. A modo de ejemplo se grafica en la Figura 2 los valores de Kc a lo largo de un mismo período de tiempo para tres huertos de nogal, variedad Chandler, ubicados en las provincias de Mendoza y La Rioja – Argentina – y uno en Llay Llay – Chile -. La variabilidad observada en el Kc para el mismo período de tiempo evaluado muestra que a pesar de tratarse del mismo material (considerando que corresponde a huertos en plena producción), el consumo hídrico acumulado para el huerto de La Rioja es 24% mayor que en el caso de el huerto ubicado en Mendoza y un 37% superior con respecto al huerto Chileno (Figura 3). La poda, el sistema de conducción, el marco de plantación, la fertilización, entre otros, modifican el comportamiento del consumo hídrico por más que se trate del mismo material genético. Manejar el riego en el cultivo de nogales en función de datos locales ajustados a la realidad de cada manejo, permite una mejor planificación y una estrategia de riego más eficiente.
El cálculo de la demanda hídrica en el manejo del riego en nogales
La demanda hídrica acumulada, o el total de agua consumida, no es el único parámetro al que debemos prestar atención. Saber cuándo aplicar una lámina de riego, es tan importante como el cuánto. La utilización de valores de Kc teóricos o de tabla para la determinación de la demanda hídrica puede resultar en sobreriegos o subriegos. Así es que en la Figura n° 4 se compara mes a mes la variación porcentual, resultante de la comparación entre la demanda hídrica acumulada utilizando un Kc estimado a partir del NDVI versus la demanda hídrica acumulada utilizando un Kc teórico para la variedad Serr y Chandler. En los meses en los que la diferencia es negativa indica sub riegos, no llegando a cubrirse la demanda hídrica, mientras que en los meses en el que el porcentaje es mayor a 0, la estrategia de riego a partir de Kc teórico ocasiona sobreriegos. Los valores cercanos al 0% indican que las estrategias mencionadas ajustan de manera similar. Ambas situaciones sub o sobreriegos impactan de manera negativa en la eficiencia productiva, económica y ambiental.
La importancia de dato de coeficiente de cultivo en el manejo del riego
Para finalizar, es común que se utilicen valores de Kc teóricos (de tabla) para definir la lámina a aplicar en cada etapa fenológica. Si bien estos valores son una guía, son poco representativos para la realidad que ocurre en cada huerto en particular. Utilizar monitoreo satelital de cada huerto/unidad de riego facilita la gestión del riego de manera precisa y eficiente para cada situación. En la Figura n° 5 se observa la diferencia que hay entre la demanda hídrica acumulada estimada a partir del monitoreo satelital y datos de estaciones meteorológicas cercanas al huerto, versus la utilización de valores teóricos obtenidos de bibliografía para los diferentes huertos evaluados en este informe, y en el período mencionado con anterioridad. En el mismo se puede observar que la utilización de valores de Kc estimados a partir del monitoreo satelital, impactan en un ahorro del 19 y 27% de agua para las localidades de Mendoza y Llay Llay, mientras que para la localidad de la Rioja, el Kc teórico ajusta muy bien para el cálculo de demanda hídrica, para este período evaluado.
Del presente informe se puede concluir que:
- Las variedades más importantes en superficie en Argentina y Chile no tienen el mismo requerimiento hídrico y que incluso ante una misma variedad, diferencias en el manejo resultan en una marcada diferencia de demanda hídrica.
- La distribución de las demandas hídricas en el tiempo no son iguales, por lo cual tomar de referencia valores de Kc teóricos impactan de manera negativa sobre los objetivos productivos, de calidad y económicos. Evaluar con periodicidad la variación de Kc, de manera ajustada a cada huerto permite definir la lámina a aplicar con el riego.
- El manejo del riego en el cultivo de nogales requiere de un constante proceso de seguimiento por un lado de las variables meteorológicas, que junto al monitoreo satelital permiten determinar de manera ajustada a cada campo la demanda hídrica del cultivo y por otro lado el seguimiento de humedad del suelo.
- El ajuste periódico hace más eficiente la toma de decisión de la frecuencia y cantidad de agua a aplicar para el logro de los objetivos productivos, de calidad y económicos.
- La incorporación de tecnología en monitoreo y gestión del riego, permiten medir, controlar y registrar todos los datos para saber donde se debe mejorar. Una toma de decisión a tiempo en base a datos locales, es una decisión segura y rápida para afrontar los cambios a tiempo.
Bibliografía
–Claves para una plantación exitosa de nogal
–Manual de manejos productivos de nogal en Chile
–Riego deficitario controlado en Nogales