Los cítricos son el principal producto frutícola a nivel mundial. En el sistema de plantación de cítricos el agua es el insumo que mayor importancia tiene en la producción de fruta en cantidad y calidad. El riego complementario asegura una humedad adecuada y homogénea en el suelo garantizando estos dos factores. Descubre los aspectos importantes de la programación de riego en cítricos.
La mayoría de las áreas de cítricos cuentan con infraestructura de riego localizado, lo que incrementa la eficiencia en el uso del agua. Sin embargo, la presión sobre los recursos hídricos hace necesario seguir estudiando el comportamiento ante condiciones adversas para manejar eficientemente la programación del riego.
Demanda hídrica para cultivos de cítricos
Los cítricos consumen entre 889 mm a 1219 mm de agua por año, sin contar las ineficiencias de aplicación que acompañan a la aplicación de riegos. Tanto el exceso o la falta de agua afectan la producción de fruta y la sensibilidad a ambos factores depende del pie utilizado y la variedad del injerto.
Efectos negativos de la falta de agua en cítricos
De estos dos factores la falta de agua es la que tiene mayor importancia, ya que afecta negativamente funciones fisiológicas como: fotosíntesis, respiración, reacciones metabólicas, absorción de nutrientes y transporte de asimilados al fruto (Quiñones et. al., 2007). Como respuesta al estrés hídrico se detiene el desarrollo de la planta, las hojas se marchitan y pueden ser afectados distintos procesos como la floración y la fecundación, llegando a producir aborto floral y abscisión del fruto.
Importancia del riego automatizado
En este marco se vuelve de vital importancia el uso de herramientas para la programación del riego, que permitan determinar la necesidad de agua del cultivo en tiempo real y de esta manera aplicar el agua suplementaria en cantidad y momento adecuado.
Programación del riego paso a paso
1. Para establecer la demanda de un cultivo es necesario conocer la evapotranspiración del cultivo de referencia (ETo). Ella es fuertemente variable en función de la localidad donde se ubique el huerto y la época del año ya que este valor fluctúa con las condiciones meteorológicas.
2. Luego debemos afectar la variable meteorológica por el factor cultivo. En este punto se suele usar el valor de coeficiente de cultivo (Kc) para afectar la ETo y así conocer la demanda hídrica del cultivo. Las nuevas herramientas digitales y el uso de imágenes satelitales permiten conocer la evolución del cultivo y determinar una demanda ajustada a la realidad de cada huerto.
Los datos obtenidos de la plataforma Kilimo permiten comparar la demanda hídrica anual de lotes de limones en 4 países diferentes: Argentina, Chile, México y Perú (Figura 1). En ellos se observa la evapotranspiración del cultivo (ETc) en mm de agua acumulada durante un año. El de mayor consumo de agua se observa en el lote ubicado en México (1159,9 mm), siendo este valor un 70% mayor al consumo acumulado por el lote en Perú (678,7 mm). En todas las situaciones además se compara la demanda obtenida cuando se utiliza un coeficiente de cultivo teórico (FAO, 1977), arrojando como resultado una necesidad hídrica un 8,5% mayor en promedio al uso de un kc medido a través de imágenes satelitales (Kc Kilimo). Destaca la situación de Argentina, donde los valores de demanda son similares. En este caso toma relevancia la distribución del consumo de agua en el tiempo. Al comparar la evolución del Kc Kilimo a lo largo de un año, se observan diferencias con el Kc teórico, siendo mayor en los meses de verano y menor en los meses de invierno (figura 2). Si no se tuviera en cuenta la marcada estacionalidad del cultivo en Argentina y utilizáramos el Kc teórico para la toma de decisión de la cantidad de agua a regar se incurriría en un sub-riego en verano y un sobre-riego en invierno.
Las imágenes satelitales son parte de las nuevas tecnologías utilizadas para el monitoreo de los sectores de riego, ofreciendo información en tiempo real y específica para cada huerto. El valor de Kc obtenido a través de estas imágenes, permite la gestión eficiente de la programación del riego, que nos ayuda a determinar el estado hídrico del cultivo y así definir cuándo y cuánto regar.