El cambio climático y la situación de uso de suelos en el modelo actual de producción agrícola nos pone de cara al desafío de implementar nuevas estrategias para lograr sistemas productivos más resilientes. La agricultura regenerativa, en este contexto, se convierte en una necesidad imperante más que una moda pasajera. Esta práctica no solo transforma la forma en que producimos, sino también cómo interactuamos con el entorno para una producción agrícola más sostenible . El enfoque regenerativo con la mirada puesta en el suelo y la biodiversidad tiene así un impacto positivo sobre el manejo y eficiencia del riego. Las prácticas que mejoran la estructura del suelo e incrementan los niveles de materia orgánica maximizan la eficiencia del riego sumando valor para una agricultura sostenible.
En esta publicación, exploraremos las herramientas esenciales de la agricultura regenerativa y su impacto en el manejo sostenible del agua y el riego. Además, compartiremos la experiencia de Rodrigo Sapiain, un experto en el campo, y les invitaremos a un seminario web sobre la agricultura regenerativa y su relación con el manejo del riego eficiente.
Impacto de la agricultura regenerativa en el manejo de agua y riego
Uno de los aspectos más destacados de la agricultura regenerativa es su impacto positivo en la gestión del agua y el riego. Al mejorar la estructura del suelo y aumentar la materia orgánica, se favorece la infiltración y retención de agua en el mismo. Prácticas de no labranza y cultivos de cobertura que potencian la biodiversidad y el desarrollo del suelo en profundidad mejoran la capacidad de estanque de agua para los cultivos y la exploración radicular de estos a lo largo del perfil. Por otro lado también se reduce notablemente las pérdidas de humedad por evaporación.
Como consecuencia podemos mencionar un manejo del riego sostenible, se reduce el uso excesivo de agua de riego o la necesidad externa de aportes permanentes. Los cultivos soportan mejor los períodos de estrés hídrico y cuentan con una capacidad de recuperación más rápida en estos sistemas frente a los de agricultura convencional. En definitiva, este tipo de prácticas promueve un uso responsable del recurso hídrico.
Prácticas recomendadas de agricultura regenerativa
Las prácticas recomendadas en la agricultura regenerativa tienen su foco y eje puesto en regenerar el suelo y su biodiversidad y gestionar de manera sostenible el agua para los cultivos. Las prácticas que se incluyen, no son nuevas ni tecnológicas y seguramente ya has escuchado de ellas pero hoy toman otra relevancia frente al impacto que tiene el cambio climático en la producción agrícola y la necesidad de hacer sistemas productivos más resilientes a estas condiciones. Este enfoque de regeneración no trata de implementar una sola práctica, el fundamento está en el conjunto de prácticas y acciones que regeneran el sistema suelo, agua, planta.
No hay una receta o un paso a paso de su implementación, cada sistema tiene sus particularidades y deben adaptarse, pero siempre teniendo en claro los objetivos buscados de regeneración y gestión de los recursos.
1. Cubrir el Suelo
Práctica: Mantener una cobertura vegetal en el terreno y un mulch en la línea de plantación.
Impacto: Son múltiples los impactos de cubrir el suelo y es una de las principales prácticas que se recomienda en agricultura regenerativa.
Cubrir el suelo:
- Reduce la erosión.
- Mejora la infiltración de agua.
- Controla la temperatura del suelo.
- Reduce la evaporación de agua del suelo entre un 10% a 30%.
- Fomenta un hábitat para la fauna del suelo, aumentando la actividad biológica.
- Se crea un sistema propicio para el desarrollo radicular, con mayor presencia de raíces finas absorbentes, mejorando así la absorción de agua y nutrientes por las plantas.
La utilización de mulch para proteger el suelo y las raíces de las plantas es especialmente efectiva en la retención de agua, lo que puede marcar la diferencia en regiones propensas a sequías o inundaciones.
Los cover crops no necesariamente deben mantenerse verdes todo el año y otorgan algunos otros beneficios dependiendo de la especie que se cultive como, la fijación biológica de nitrógeno, la fijación de carbono, la mejora en la estabilidad de los agregados y el incremento de la macro y microporosidad del suelo.
2. No Labrar el Suelo
Práctica: Evitar la labranza para no perturbar la estructura del suelo.
Impacto: Se conserva la materia orgánica, se reduce la compactación y se fomenta una mayor actividad biológica. Siendo una de las prácticas más importantes dentro de la regeneración, impacta de manera directa sobre los agregados del suelo y así sobre la retención de agua, aireación y circulación de nutrientes. Finalmente hay que destacar que se reduce la liberación de dióxido de carbono contribuyendo a la mitigación del cambio climático.
3. Uso parcial o total de fertilizantes orgánicos
Práctica: Reemplazar, en la medida de lo posible, los fertilizantes químicos por alternativas orgánicas.
Impacto: Mejora la salud del suelo a largo plazo y reduce la dependencia de insumos químicos.
Utilizar fertilizantes orgánicos como el compost, estiércol, guano, entre otros, persigue el objetivo principal de agregar materia orgánica como fuente de nutrientes para el suelo a largo plazo, mejorar la estructura del suelo y aumentar su capacidad de retención de agua, y promover la actividad microbiana. Son parte de las mejoras que favorecen el desarrollo radicular de las plantas y la eficiencia en el uso del agua del suelo.
Es interesante observar cómo a menudo se utiliza compost y guanos sin tomar en cuenta el aporte nutricional que estos pueden ofrecer. En este aspecto, creo que la regla debería ser buscar calidad más que cantidad.
Hay 3 aspectos relevantes a considerar en la incorporación de abonos orgánicos:
- Las precipitaciones: en zonas donde normalmente no se cuenta con lluvias, la incorporación de ciertos materiales puede resultar en aumentos significativos en la salinidad y la conductividad eléctrica del suelo.
- La calidad del material a incorporar: se pueden generar desequilibrios nutricionales importantes, especialmente por el aporte de nitrógeno. Por lo tanto, es preferible optar por productos orgánicos de calidad y más equilibrados.
- La cantidad y frecuencia en la incorporación: una adición sostenida de, por ejemplo, 5-10 toneladas por hectárea puede ser una estrategia muy eficaz que aplicar dosis elevadas de 20-30 toneladas como se hace frecuentemente. Una vez definida la dosis por hectárea, es crucial considerar el aporte nutricional que estos abonos proporcionarán.
«Mi método de aplicación consiste en distribuir el abono orgánico superficialmente sobre el mulch orgánico, todo esto mientras se riega con la manguera en posición superior. Si este material orgánico no se humedece adecuadamente, podemos perder parte de su efectividad. Este enfoque no solo favorece una mejor absorción de los nutrientes por parte del suelo y las plantas, sino que también ayuda a mantener una textura de suelo favorable y a evitar los desequilibrios nutricionales mencionados anteriormente.”
4. Manejo integrado de plagas (MIP)
Práctica: Controlar las plagas de manera sostenible, minimizando el uso de pesticidas.
Estas prácticas no solo mejoran la calidad del suelo, sino también contribuyen a un aumento en la biodiversidad, lo cual es esencial para tierras agotadas por el uso excesivo de productos químicos.
Fomentar el uso de productos naturales, y manejos preventivos y reducir el uso de pesticidas químicos evita la contaminación de fuentes de agua y reduce los requerimientos de agua para aplicar estos productos y enjuague de equipos.
Por otro lado, el MIP promueve la diversificación de cultivos, la conservación de la biodiversidad y el monitoreo para una toma de decisión de control responsable. De esta manera se potencian los enemigos naturales y beneficiosos que ayudan a controlar las poblaciones de plagas, se promueve la biodiversidad y salud del suelo y en consecuencia el uso eficiente del agua y riego en los cultivos.
Experiencias en uva de mesa por Rodrigo Sapiain
Rodrigo Sapiain, un experto en el campo, comparte su experiencia en la implementación de prácticas regenerativas en Piura, Perú, cultivo de uva de mesa. En condiciones desafiantes de suelo arenoso, con un 0.1% de materia orgánica y una capacidad de estanque para dos días, con fertilidad de suelo nula y la necesidad de aportes de riegos diarios para poder aportar a la demanda hídrica del cultivo, la actividad biológica y la salud del suelo estaba muy reducida.
“Encontré en la agricultura regenerativa herramientas muy útiles para generar suelo, potenciar la actividad biológica y así generar un impacto positivo en las raíces de las plantas, cuidando y manteniendo el equilibrio en el uso de los recursos. “
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“La primera práctica implementada fue la incorporación de mulch. El objetivo principal era evitar la pérdida de agua aportada en el riego por evaporación, por otro lado y a largo plazo buscamos incorporar materia orgánica al suelo a través de esta práctica. Luego incorporamos el uso de microorganismos en el control de plagas y enfermedades del suelo. Utilizamos productos a base de biológicos para realizar controles de plagas por un lado y para mejorar la biodiversidad en suelo por otro. Hemos ocupado micorrizas, bacterias, tricodermas, y complejos microbianos combinados con ácidos húmicos, fúlvicos y aminoácidos que contribuyen a la revitalización del suelo y al aumento de la diversidad biológica.”
“Estos manejos en 5 años de implementaciones sin pausa tuvieron importantes consecuencias como:
- Un suelo sano y vivo, y con posibilidad de aportar nutrientes y agua al cultivo.
- Sistema radicular en activo crecimiento y regeneración constante, otorgado por “colchón” de protección del suelo con impacto directo y positivo en la absorción eficiente agua y nutrientes.
- Gestionar de manera eficiente el riego: se pasó de un riego diario a una menor frecuencia impactando en el volumen total aplicado.
- Incrementos en la producción de fruta.
- Gestión eficiente de los fertilizantes químicos con una marcada reducción en su uso.
- El no uso de nematicidas y/o pesticidas químicos.
El camino continúa y hoy estamos pensando en cómo mejorar el cubrimiento del suelo vía cover crops. Hasta la fecha, nunca hemos utilizado herbicidas; el desafío ahora es manejar una cubierta seleccionada en base al objetivo buscado, ya sea fijar biomasa, fijar nitrógeno, evitar erosión, mejorar la infiltración, entre otros. Allá vamos!”
The Regen Latam
Durante mi trayectoria en el campo agrícola, tuve la fortuna de cruzar caminos con Francesc Font, un erudito en agricultura regenerativa que rápidamente se convirtió en mi guía y mentor. Francesc, con una década de experiencia como agricultor y asesor en agricultura regenerativa en Cataluña, alberga una visión sencilla y pragmática sobre el manejo agrícola. Aunque ha absorbido un vasto conocimiento de los gurús del tema, su enfoque, tras el camino recorrido, es que el epicentro de toda gestión agrícola reside en el agricultor, no en factores externos. Por ello, se esfuerza en que los agricultores comprendan las herramientas clave de manejo. Francesc sostiene que entender a profundidad la planta y su ecosistema, en busca de sistemas naturales equilibrados desde una perspectiva física, química y, sobre todo, biológica, es crucial. Cuando se logra este equilibrio, las plantas y sus sistemas están mejor preparados para enfrentar condiciones adversas, gestando así sistemas más resilientes.
Junto a Francesc, hemos definido como objetivo promover la agricultura regenerativa en Latinoamérica, motivo por el cual creamos «The Regen Latam». Con esta colaboración, la idea es potenciar la academia en Latam y, además, aplicar su experiencia y nuestro conocimiento de los fruticultores para trabajar en proyectos basados en agricultura regenerativa.
Adicionalmente, Francesc se dedica a la capacitación a través de la Regen Academy. Esta institución está formando a cientos de personas en los principios y prácticas de la agricultura regenerativa. Actualmente, estoy cursando el máster «Agricultura Regenerativa 360» que ofrecen, y lo recomiendo ampliamente. La academia está en una misión continua de educar y preparar a individuos para adoptar y promover prácticas regenerativas, contribuyendo así a la creación de sistemas agrícolas más sostenibles y resilientes en Latinoamérica y en otras partes del mundo.
Kilimo y la agricultura regenerativa
Desde Kilimo transformamos el valor del agua en la producción de alimentos acompañando a los agricultores y las industrias en sus desafíos hídricos. Impactamos positivamente en la seguridad hídrica de las cuencas mejorando las prácticas de riego de productores en toda Latinoamérica. Actualmente trabajamos en acciones colectivas a nivel de cuencas estresadas hidricamente, con actores locales como industrias y otros organismos para cuidar la seguridad hídrica de las diferentes cuencas otorgándole a los agricultores incentivos necesarios para eficientar el uso de agua para riego.
Implementamos tecnologías como Inteligencia Artificial y Big Data. A lo largo del ciclo productivo mediante una plataforma digital de fácil adopción que, a través de datos climáticos, satelitales y del suelo y apoyándose de IA y Big Data, brinda datos precisos y fiables que ayudan en la toma de decisiones para el cultivo.
A través de la Academia de Riego de Kilimo acercamos capacitaciones y asesores referentes alrededor de temas relacionados con la gestión eficiente del recurso hídrico en la producción de cultivos bajo riego.
Te invitamos a participar de nuestra próxima capacitación sobre cómo maximizar la eficiencia en riego con Agricultura Regenerativa.
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